El cáncer de mama es un viaje que afecta a millones de vidas en todo el mundo y afecta a personas de todas las culturas, orígenes y estilos de vida. Es la forma más común de cáncer entre las mujeres a nivel mundial y, lamentablemente, sigue siendo la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en las mujeres. Cada diagnóstico trae consigo no sólo desafíos médicos sino también emocionales y sociales. Quienes enfrentan cáncer de mama sufren no sólo por sí mismas, sino también por sus familias, parejas, hijos y amigos. Esta enfermedad afecta a todas las personas relacionadas con la persona diagnosticada, se abre paso en el tejido de sus vidas compartidas y nos recuerda la importancia de la concientización y el apoyo.
A pesar del desgarrador precio que supone el cáncer de mama, hay motivos para tener esperanza. Los avances médicos han logrado avances significativos en la detección y el tratamiento del cáncer de mama, lo que ha llevado a tasas de supervivencia mucho más altas hoy que en décadas pasadas. Terapias innovadoras, tratamientos personalizados y mejores sistemas de apoyo han mejorado los resultados para muchos. Pero por muy prometedores que sean estos avances, la detección temprana sigue siendo nuestra herramienta más poderosa. Detectar el cáncer de mama en sus etapas iniciales a menudo significa más opciones de tratamiento y más posibilidades de recuperación completa. Por este motivo, la concientización y la educación en torno a la detección temprana son cruciales para todos, independientemente de su edad o género.
El cáncer de mama le puede pasar a cualquiera. Si bien muchos creen que los antecedentes familiares de cáncer de mama son el principal factor de riesgo, en realidad esto representa sólo del 5 al 10% de los casos. Esto significa que hasta el 95% de los diagnósticos de cáncer de mama se producen en personas sin ningún vínculo familiar con la enfermedad. El cáncer de mama no discrimina: afecta a mujeres y hombres de todas las edades, etnias y estilos de vida. Este es un claro recordatorio de que cualquiera podría estar en riesgo, lo que subraya la importancia de la autoconciencia y las pruebas de detección de rutina para todos.
Sí, el cáncer de mama también afecta a los hombres, aunque es poco común. Alrededor del 0,5 al 1% de todos los casos de cáncer de mama se dan en hombres. Esto puede parecer pequeño, pero representa a miles de personas cada año que enfrentan los mismos desafíos que las mujeres con cáncer de mama. Para los hombres, este diagnóstico a menudo presenta dificultades únicas, ya que la conciencia es menos y puede haber un estigma asociado a lo que a menudo se considera una "enfermedad de la mujer". Es fundamental crear conciencia sobre el cáncer de mama masculino, ya que la detección temprana puede salvar vidas independientemente del género. El cáncer de mama no reconoce etiquetas sociales, por lo que todos debemos estar informados.
El autoexamen es una de las formas más efectivas de detectar signos tempranos de cáncer de mama. Muchas mujeres y hombres han salvado sus vidas familiarizándose con sus propios cuerpos, lo que les facilita notar cambios y buscar consejo médico cuando algo no parece estar bien. Los autoexámenes, junto con exámenes de detección periódicos y controles profesionales, pueden detectar el cáncer de mama en forma temprana. Estas prácticas permiten a las personas tomar control de su salud y tomar decisiones informadas. Ya seas joven o viejo, hombre o mujer, el autoexamen es un hábito que puede marcar la diferencia.
En The British School Quito estamos comprometidos con apoyar a las personas afectadas por el cáncer de mama. Estamos junto a cada persona diagnosticada y cada familia afectada, mostrando solidaridad y compasión. Queremos que quienes luchan contra el cáncer de mama sepan que no están solos y que un diagnóstico no es el final. A todos los que enfrentan el cáncer de mama: su fuerza, coraje y resiliencia nos inspiran y nos unimos a ustedes en esta lucha. Nuestra comunidad se mantiene unida, honrando a los sobrevivientes y recordando a los que fallecieron. Juntos, trabajamos hacia un futuro en el que el cáncer de mama ya no tenga tanto poder sobre las vidas.
Escrito por la Dra. Elizabeth Mbata
Médico Escolar y Ocupacional,
The British School Quito